...y de fondo: Ser nómada - Julio Bustamante
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"Es verano y los amigos viajan. Él colecciona miradas que reflejan el vacío. Entra solo en un cine y oye a lo lejos un trueno, quiere olvidar que mañana es lunes. Salir del cine como de otro mundo, ver que ha llovido, cenar en un bar. Ella está en la mesa de al lado, él se levanta y ella le dice: "Espera un poco". Él piensa en tantas veces como ha esperado, se pregunta por qué salió de casa. Ella habla de un hombre que la espera con la silla de montar y las espuelas.
Habitamos cuerpos que no nos pertenecen como trajes alquilados para una fiesta.
¡Enciende una cerilla! ¡Enciende un deseo! ¡Que todos los días se parecen a Wendy!
El camarero se aleja con el verano en la bandeja y el rompeolas susurra canciones de amor. Hay un instante en el atardecer en que todo parece despedirse de ti. Las casas, los hombres y sus sombras agitan una mano, los cables telefónicos transmiten un adiós, y tú crees de verdad que el mundo esconde una piedra preciosa en su puño cerrado. Y tú quieres abrirla, ofrecerla a quien está contigo, creer en la pequeña magia que anuncia un nuevo encuentro.
Ser nómada es ser una estrella errante. Ser nómada es reinar sobre la oscuridad."
Sentirse solo es... o no es eso. Anoche andaba cerca de tu hogar, y este texto fue un hallazgo que me mostró Bob, entre muchísimos otros. No puedo soltar ninguna frase que encierre cuatro palabras las sensaciones que me transmite el texto de Bustamante. Lo del camarero es sublime... destiñe poesía por los 4 costados. Lo raro es la forma de cantar de Bustamante, cuesta acostumbrarse a ella, pero como en muchos... de repente, lo escuchas en soledad y caes, te rindes y sientes muchas cosas al mismo tiempo.
Hoy he leído un artículo de Rodrigo Fresán aquí. Rescato algunas cosas...
"La semana pasada fui a la Feria del Libro de Madrid a participar en un acto y Andrés estaba en la ciudad ensayando para su inminente minigira española y quedamos a comer con un amigo común el escritor español Ray Loriga y ahí me dio una copia de La lengua popular (tan bien producido y acotado y ayudado por Cachorro López) y acá, de regreso en Barcelona, estoy escuchando su música mientras (durante el tiempo justo que vaya a durar La lengua popular) tecleo estas letras. (...) La lengua popular abre con Los chicos, un canchero canto gregoriano ocupándose de uno de los temas favoritos de Calamaro: los amigos ausentes. Y sigue con Carnaval de Brasil y otra de las preocupaciones fetiche de Andrés: el amor intermitente de las musas, sus idas y vueltas, pero cantándoles ahora desde el sitial de quien sabe que ha vuelto a atraparlas en sus manos y en su cabeza: Habrá que desenvainar las espadas del texto / Y escribir una canción aunque no haya algún pretexto / Y dedicársela al primero que pase caminando / Al que se quedó pensando / Al que no quiere pensar / Al olvido selectivo / A la memoria perdida / A los pedazos de vida que no vamos a perder jamás.Tengo abierto el minibar y cerrado el corazón y Mi sierra eléctrica no cierra los domingos canta Andrés en Cinco minutos más (minibar), y por qué será que hay momentos pequeños en que un grande de siempre te hace sentir que está cantando exactamente lo que uno siente sin saber exactamente lo que está sintiendo. Supongo que el genio se trata de eso."
Lo que dice Fresán es lo que me pasa a mí con las cosas que me gusta tener cerca.
«¡Oh, maravilla, maravilla, paraíso!», como dice otra canción de Bustamante (el Bustamante de toda la vida). Yo también me he quedado enganchado muchas veces con esa canción. De hecho utilicé una de sus frases para titular la entrada que escribí sobre él, que voy a pegar aquí con impúdica desvergüenza:
(Probablemente tarde mucho en cargar, si llega a hacerlo.)
Esa canción me parece tan perfecta que querría descubrir todos sus misterios, aunque quizás me parece perfecta precisamente por sus misterios. El caso es que una de las cosas que me intriga es cuánto de Bustamante hay en ella: la letra ya aparece en el libro-CD de «Sinfonía de las horas» y ahí pone que es una adaptación del libro «Nómadas» de Fernando Garcín Romeu, libro que deseo desde que descubrí este detalle.
(Siento el rollo, pero Bustamente me entusiasma :-))
Hey, yo ya había estado en ese post tuyo Guillermo, jejeje, no hay mucho de Bustamante en la red, así que salía en la búsqueda... pasé un buen rato allí, obviamente.
nah más ke entraba a saludar y te me encuentro hablándonos de cerillas y nómadas
y de salir del cine como de otro mundo
y pienso
ke esos detalles de empatía en vena
a estas horas ke me pillas
me terminan de alegrar, de paso, el día
Ser nómada no debe ser tan maravilloso. La incertidumbre y el vivir siempre de lo que esta por llegar es demasiado estres para alguien como yo. Prefiero quedarme en casa con las cosas que no venderé jamás.
Pero a ratos todos somos nómadas sin esperanzas presentes ni techo... recuerdo que te conocí en unos de mis viajes nómadas.
De vez en cuando es conveniente no saber dónde ir a parar.
PD: Te imagino mas feliz y mas entero. ¿O eres capaz de decirme que no?
Por fin descubrí, en nuestras conversaciones, lo que es ser nómada.
"Ser nómada es encontrarse con las personas que uno quiere en un sitio al azar, a miles de kilómetros de donde estemos.
Un viaje en el tiempo, una experiencia sin precedentes.
Aunque sólo sea en sueños y nos preguntemos cuándo estuvimos allí por última vez"
Hay textos, como este, que me dejan sin palabras. Esos a los que no hace falta añadir nada, porque no les sobra ni les falta ni una coma.
Yo a veces también me siento nómada, pero sin moverme del sitio. Es algo más espiritual que físico, no sabría como explicarlo. Y es entonces cuando quiero desatar correas y anclajes para lanzarme hacia adelante. Porque los nómadas siempre lo hacen así, siempre van, siempre avanzan, nunca regresan aunque vayan a algún lugar que ya han vivido.
exacto, arrebatos... poco se puede decir o comentar. textos que encadenan palabras como acordes en consonancia.
el nomadismo espiritual, o la idea de la libertad buscada (con todo lo que conlleva), es un concepto que siempre me ha fascinado, porque es simple y complejo al mismo tiempo.
berto, amigo de dylan, de manolo tarancón, de nacho vegas y demás... qué te voy a contar? podríamos estar horas hablando y hablando sin parar, como siempre... contando aviones pasar o hablando de esa hija que te regala miradas llenas de vida. :-)
