La conquista del aire es la historia de algunos hombres buenos, que injustamente se sienten miserables porque sus niveles de exigencia para consigo mismos y de compromiso con los demás son muy altos. De acuerdo, quizás no son lo bastante fuertes para poder prescindir de doctrinas o ideologías preconcebidas, de esos "ismos" que les dicen cómo vivir, qué está bien o qué está mal o de qué color es el mundo cuando su integridad se tambalea. Como muchos de nosotros, también necesitan formular teorías tras las que se sienten más seguros y orientados, declaración de principios que les sirve de causa y de justificación. Los ateos también tenemos nuestros 10 mandamientos...
Viven, sienten, reflexionan, actuan... y fallan, cuando la realidad se impone y se descubren traicionando eso tan innegociable en lo que decían creer, y la conquista, que no el fracaso, está precisamente en asumir esta debilidad... Lo ridículo es pretender ser infalibles.
El aire, es ese espacio infinito donde puede reinar la contradicción y la duda, dónde uno no sabe si ser cobarde o ser valiente, pero sí sabe que la elección le pertenece, que todo estará bien.
¡Y todavía no sé qué decir!
"... The birds will sing for us..."
Xavi. I don't know...
"El sentimiento me protege del abismo, dice Marta, y es que nadie sabe qué será de su vida pero a veces yacer como en una piscina de intensidad, a veces la promesa de la pasión y el misterio, a veces una música triste es necesaria a modo de consuelo para que el hombre y la mujer se escuden, dice, en lo que no pertenece al tiempo pasado, ni a tiempo presente pertenece, ni pertenece al tiempo futuro."
" El mundo gira, los hombres y las mujeres duermen. La política no existe y el devenir se atiene a los impulsos de lo voluminoso, de lo que puede multiplicar su presencia, de lo áureo.
A veces el criterio llega desde el abismo, pende como plomada del techo de algunas habitaciones, pero no son las suyas. En Madrid, ellos duermen. Como un resonar lejano, como ruedas negras, como voces de televisión, como bares aún abiertos, como puertas de coches al cerrarse y ladridos, como la intermitencia de los pasos, como discusiones, como golpe de lluvia en la calzada, como el motor de las neveras, como llaves que entran en la cerradura, como el pulso repetido en cada cuerpo, como el sueño agitado y los gemidos crece un rumor y pareciera que la vida es un pájaro, que al batir de sus alas forma una brisa en las mejillas de los durmientes, despertándoles, pero la vida está atada a la tierra. Y pareciera que se puede ver que no se ve lo que no se ve, más sólo puede saberse. En la madrugada del 26 de noviembre de 1996, Carlos Maceda, Santiago Álvarez y Marta Timoner duermen. Sobre su piel cansada, el mundo está ordenado en apariencia"
"La vida prosigue aunque actuemos como cobardes o como héroes. La vida no impone ninguna disciplina sino la de aceptar la vida incuestionablemente. Todo aquello a lo que cerramos los ojos, todo aquello de lo que huimos, todo lo que negamos, denigramos o despreciamos sirve para derrotarnos al final"
La conquista del aire.
Te debía un fragmento, o tres.
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