...y de fondo:
Desconfío de la vida - Pappo's Blues
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"- Yo iba para monja- le dice ella.
- Vaya, -sorprendido- no me lo podría imaginar.
- Sí, cuando estaba en el colegio yo quería ser monja y ayudar a los niños, pero conocí a un chico y me hice su novia. Y las monjas no pueden tener novios.
En ese punto él intenta descubrir ese punto maquiavélico en la vida anterior de la nueva pareja.
- ¿Y has tenido muchos novios? -le pregunta dejando una pausa.
- ¿Qué quieres saber?, ¿a cuántos me he tirado?
- No, mujer -cuidando las palabras- ...novios.
- Hombre, pues novios, novios... -y ella mira hacia el cielo como intentando hacer una cuenta– novios, tres.
Él considera mentalmente que la cifra es aceptable, pero surge la pregunta masoquista.
- ¿Y a cuántos te has tirado?
- Hombre –vuelve a mirar al cielo- No sé, unos cincuenta. ¿Y tú?
Él abre los ojos asustado y estira la espalda.
- Pues yo... no sé -aquí está la duda de intentar equipararse o decir la verdad- la mitad... o menos. La mitad de la mitad. No, quizá la mitad de la mitad de la mitad. ¿Pero tú no ibas para monja?
- Equivoqué mi vocación.
- ¿Y yo qué soy?, ¿el cincuenta y uno?.
Ella se le acerca y le besa mientras le dice:
- Tú eres el cuarto."
Extraído de una escena de la película Todo es mentira (Fernández Armero, 1994).