...y de fondo:
Balada de Madrid - Moris
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(A quien corresponda)
Madrid, 2-1-04
Hay una tristeza pasajera que siempre aparece cuando preparamos las maletas que nos acompañarán en todos los viajes de retorno a nuestra vida cotidiana. Es imposible encerrarlo todo en esas maletas cuando llega la mirada del adios, la que pretende huir de la amenaza del olvido. Sé que esa tristeza volverá, quizá entre sonrisas. Y volverá en forma de recuerdo fugaz, a través de las cosas más pequeñas: un bolígrafo, una servilleta, el nombre de una calle, las manecillas de un reloj, el ruido de una persiana, el perfume de unas sábanas o aquella frase escrita en una caja de cartón ("gracias por ayudarnos a olvidar nuestra soledad"). Son cosas que nos devolverán siempre a aquel lugar y a aquel momento para que nuestra imaginación se encargue de añadir y completar la película de nuestras vidas con fotogramas llenos de colores, ilusiones y esperanzas.
Un beso (ya es muy tarde en la Gran Vía) y una flor.